Me refiero a los smartphones o teléfonos móviles inteligentes. Esos dispositivos que llevamos casi todo el mundo encima a cualquier hora. Nos enganchan con nuevas funciones, nuevos diseños, mejores cámaras, más memoria... Pero la gente no piensa en lo fundamental. O quizás es que es ignorante, les da igual o tienen miedo hasta de pensar en ello. Me refiero al hecho de abandonar por completo nuestra privacidad a cambio de esta golosina moderna.
El ser humano es curioso. Si te pido permiso para meter dentro de tu casa un micrófono y una cámara para vigilar todo lo que haces o hablas me contestarás inmediatamente que NO y que si estoy loco por pedir algo así. Y en esto te lo pido únicamente yo. Sin embargo, estás dando lo mismo a terceros (no solo a mi) y encima estás pagando para eso. Sí, con tu smartphone.
Como decía: el ser humano actúa así. Si te pido lo anterior es algo que estás viendo claramente desde el principio. Sin embargo, si usas un smartphone es algo que no ves lo que te hacen. Sí, puedes saber qué te hacen pero como no ves prueba de ello pues vives en tu autoengaño pensando que no, que nadie sabe lo que haces. Error.
La privacidad en los smartphones modernos prácticamente no existe. Me refiero a los dispositivos habituales: android o iPhone. Es peor en los android pero Apple no se salva de ello. De hecho, ya sabemos que estas empresas colaboran con el gobierno de Estados Unidos y comparten información, así como muchas otras empresas online.
Pero no es únicamente de este país, ocurre también en otros. Si usas algunos móviles chinos también comparten dicha información con China, aparte de con Estados Unidos. Sí, puedes decir que te da igual que tus cosas las sepan estos gobiernos y sus agencias. Pero no es solo eso: toda tu información está siendo almacenada para siempre, para el momento en que realmente sea necesario hacer un informe o investigación más exhaustivo de tu persona o quizás hasta incriminarte en algo. Tampoco sería la primera vez que se han colocado hasta pruebas falsas para desacreditar.
Aparte de esto, no es solo con gobiernos. La mayoría de la población usa un smartphone sin seguridad alguna y sin conocimiento, tan solo por tener su whatsapp. Ni siquiera saben cómo configurar el smartphone y sus permisos. Ya que son dispositivos normalmente caros (y los baratos vienen aún más troyanizados de fábrica), la gente no puede comprarse el último modelo cada vez que terminan las actualizaciones de seguridad del que ya posee.
Es decir: mantienen dispositivos sin actualizar, con vulnerabilidades remotas muy peligrosas, un coladero. Están permitiendo que cualquier atacante pueda acceder a su dispositivo y conocer todo lo que hacen. No hace falta decir que estos smartphones llevan cámara y micrófono incorporados y es raro ver a alguien tomar ni siquiera la más mínima medida como tapar estas cámaras. Y luego hasta se los llevan al cuarto de baño.
Pero, ¿has pensado bien en las consecuencias de todo esto?. Seguro que no. Cuando hablas tu mismo con cualquier persona, seguramente es de las que usa un smartphone sin actualizar y me apuesto cualquier cosa a que lo llevan encima o que lo usan hasta mientras hablan contigo. Y ellos lo ven algo normal, de hecho así me contestan cuando les hablo del peligro de tener un móvil ya sin actualizaciones de seguridad. ¿Te das cuenta de adónde quiero llegar?. La vigilancia es total. Aunque tu tomes todas las medidas que puedas para conservar tu seguridad y privacidad, no puedes excluirte del resto de seres humanos. Y cuando entablas relación con ellos es muy posible que estés siendo vigilado en lo que hablas con esta persona. Y así con todos.
Es el sueño de cualquier dictadura, la gente paga para ser vigilada, tan solo para tener su entretenimiento o golosina preferida. Y si en algún caso se abstiene de ello y no lo hace, está siendo vigilada igualmente. Pasa lo mismo en internet, está todo así hoy en día y cada vez vamos a peor. Siempre se empieza con algo útil, atrayente, más privado, pero termina siendo algo invasivo contra las personas. Y esto es realmente lo que se persigue: el control de la población.
Esto también crea debate sobre la importancia de la seguridad y la privacidad. Hace tiempo hice un audio sobre esto que puedes encontrar en el apartado de Audios de este Blog. Para resumir un poco: ambas son igual de importantes. Si eliges únicamente la privacidad y descuidas la seguridad ten en cuenta que sin seguridad no existe privacidad, como el caso que comentaba anteriormente. Y si eliges únicamente la seguridad pero te da igual la privacidad, estarás dando información a terceros aunque te de igual mientras tu dispositivo sea seguro. Y curiosamente no aparecen en el mercado dispositivos que aúnen ambas opciones, y han pasado ya bastantes años de uso de smartphones.
Y algo que quizás no sabes. Empresas que colaboran con gobiernos, también son partícipes del desarrollo del sistema operativo que usas. Sí, también de GNU/Linux. Y las vulnerabilidades, también las más graves y remotas, las conocen 1 o 2 meses antes de ser parcheadas. ¿Cómo te quedas?.
