¡Qué tiempos!. Aquella época en que nos enamorábamos y teníamos relaciones a distancia y no había internet. Todo era por cartas enviadas por correo, o paquetes con algún caset de música para acompañar esos sentimientos.
Yo tuve una novia por correspondencia. Tenía yo por entonces 20 años y ella era de La Palma (Canarias). La conocí a través de su hermano, con el que intercambiaba casets de música. Un día fui a visitarlo a la isla y su hermana y yo nos enamoramos.
Lógicamente el asunto de la distancia y los comentarios familiares no acompañaban, pero me daba igual: estaba muy enamorado. En verano volaba a la isla a pasar unas semanas con ella y me dejaban alojarme en casa de un familiar. También vino ella una vez a pasar las vacaciones por mi zona y nos quedamos en un hotel (yo aún no me había independizado).
Estar en otro ambiente, recorrer la isla en coche visitando tantos lugares mágicos para mi... Fue la primera vez que cogí un avión y la primera vez que probé el café. Allí te invitaban a café en cada casa que visitabas, en tazas muy pequeñas (no sé si esta costumbre aún sigue o no), y el café lo servían solo y con mucha azúcar. También fue la primera vez que probé el tiramisú, uno de mis postres favoritos.
Hoy no creo que exista la misma magia con la mensajería que la que había con las cartas. Una carta te hacía currártela mucho, expresar tranquilamente tus pensamientos y sentimientos. La verdad es que se echa de menos algo así.
No hace muchos años leí que había un grupo de personas en todo el mundo que se escribían por carta. Te apuntabas al club y recibías una carta random de alguna persona de otro país para estar en contacto. Estuve a punto de apuntarme pero finalmente desistí.
Volviendo a mi relación a distancia: duró poco tiempo, creo recordar que un par de años o 3, pero conservo buenos recuerdos de aquella relación. Y más cuando uno era aún joven y enamoradizo.
¿Has tenido tu alguna experiencia similar en el pasado?